4 tipos de hombres con los que no iniciar una relación

4 tipos de hombres con los que no iniciar una relación

06 Marzo 2020

Estar soltera tiene múltiples ventajas. Eres autónoma y cuentas con más tiempo libre para hacer tus proyectos realidad.  Lo mejor de no tener compromisos, es que puedes elegir el tipo de relación que más te guste. ¿Quieres probar el poliamor?

¿Buscas algo casual? ¿Te pone caliente el sexting o deseas una relación amorosa?  Tienes el mundo a tus pies. Sin embargo, hay peces desagradables en el mar. En este artículo te enseñamos a reconocerlos. 

¡Cuidado con los indeseables!

Las nuevas tecnologías le dieron un giro de 360 grados a las relaciones interpersonales. Tus dispositivos móviles son ventanas abiertas a la sexualidad y el romance. 

Existen una infinidad de plataformas y aplicaciones para conocer gente en Internet. Quieres Jugar Conmigo es tu mejor opción. Cuenta con una amplia red de contactos, con perfiles para todos los gustos. También te ofrece juegos excitantes.

  

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No todo es color de rosa


Las apps tienen muchos puntos a favor. 
  • Te conectan con cientos de personas. 
  • Te ayudan a vencer la timidez. 
  • Puedes filtrar los candidatos según tus preferencias y objetivos. 
  • Te permiten hacer preguntas oportunas, antes de decidir si quieres conocer a alguien en persona. 
Hasta aquí todo suena muy bonito. Lamentablemente, no es oro todo lo que brilla. Hay quienes se especializan en dar una falsa imagen para obtener una primera cita.  Aquí te dejamos varias pistas para reconocer a los 4 tipos de hombres, que debes evitar a toda costa.

Guapos insoportables

A simple vista, son como un oasis en el desierto. Se visten bien, huelen genial y conocen los mejores bares de la ciudad. Seguro que tienen un trabajo de ensueño o estudian en una universidad de alto nivel. 

Son guapísimos y ellos lo saben. Te lo restriegan en la cara a cada minuto. Lo único que les importa es lucirse como un pavo real en celo. Después de un par de horas, empiezas a bostezar. Son incapaces de mantener una conversación fluida.

Su ego es tan grande que termina deformando su cara bonita.  Estos hombres dejan de ser sexys, para convertirse en seres mortalmente aburridos.  Si te topas con uno de ellos, no pierdas tu tiempo. A veces es más productivo quedarse en casa viendo Netflix. 

Los sobones

Para describirlos, recrearemos la típica escena en la que estos personajes entran en acción. Imagina que vas a una discoteca después de cenar.

Apenas se sientan en la barra y están esperando unas bebidas, ya aprovechan la poca luz para ponerte la mano en la pierna.  Tu la retiras con sutileza. Él no entiende “o no quiere entender” el mensaje. En cada oportunidad que encuentra, insiste en acercarse y tocarte.

Te sientes incómoda, sigues quitándotelo de encima hasta que ya no aguantas más.   Le confiesas que quieres irte y se siente ofendido. Antes de que llegue el taxi, se va de nuevo a la barra para pescar a otra víctima. 

¿Te suena conocido? Si sales con alguien y te sientes como la protagonista de esta escena. ¡Huye!

Indecisos

No hacen nada si no están seguros. Necesitan que les des no una, sino cientos de señales de aceptación.  Al principio, te puede parecer tierno y delicado que vayan lentamente.

Sin embargo, después de varias conversaciones en las que ya has enviado palomas mensajeras, señales de humo y  lanzaste tus mejores bengalas... él sigue con miedo de invitarte a salir.  Si te gusta dominar y llevar el control absoluto de todas las decisiones, entonces puede que este hombre te parezca atractivo.

Por el contrario, si te gustan las personas atrevidas y empoderadas, o con un poco de iniciativa, te aconsejamos que sigas buscando. El indeciso no es tu tipo. 

Los machotes

Tienen una sobredosis de testosterona. Cuando te invitan a salir se comportan como orangutanes listos para procrearse. Rugen, muestran su supremacía física y quieren controlarlo todo.  Seleccionan el restaurante. También deciden qué vas a comer, porque asumen que te conocen mejor que tú misma.

Por supuesto, un macho alfa siempre paga la cuenta.   Te miran como una damisela indefensa. Por eso están dispuestos a defenderte de los porteros, camareros o cualquier peligro de la selva nocturna. 

Puede que sean musculosos y apetitosos. Sin embargo, tienes que ser precavida. Igual que su ancestro el orangután macho, se vuelven agresivos si no son correspondidos o se sienten intimidados por tu forma de ser. Si estás cansada de los micromachismos y te molesta que te traten como una muñeca pasiva, deséale muy buenas noches y ¡Adiós!. 

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